Rincón Poético
La peligrosa sensualidad
de su boca te provoca
Porque insolente seduce misterios
Cuando le canta al aire
Por donde sus piernas caminan
Si te atreves a fijarte
Sus ojos
Paren la mirada
que desnuda anarquías
liberando las palabras
Que sangran las letras
Que emula a los poetas
Que saben cuando callan
Reverenciándolos a ellos
Que cuando hablan
Cantan glorias
Porque cree a muerte
En las cosas que se dicen
Y en las que se llevan
En el silencio
De la madrugada cuando duerme
En las que se firman
De puño y letra
En el si quiero
Que se dice con el compromiso
Sin emitir sonido
Del alma en la mano
Con toda la enseñanza
De la escuela de la vida
Envuelta en la adrenalina
de su chal que colecciona glicinas,
sahumerios y sonrisas
De visitante eterna de las cornisas
De pescarse in fragante en los abismos
A la vuelta de la esquina
Para estar finalmente
cara a cara
Frente a frente al destino
Habitué con asistencia perfecta
de todos los precipicios
Fiel a los horizontes
Pintados de arco iris
Envuelta en las endórfinas
Del peligroso reto
De ser genuinamente ella misma
Hechiza con su paso por donde anda
Y trata de ponerle el bálsamo
De su mejor sonrisa a sus heridas
Porque coquetea y le hace el amor
A los azares del destino y al desatino
Gritándole piedra libre
A las casualidades
haciendo paso a paso su camino
De su garganta parte el suspiro
De las quijotadas de los sueños
en las bravuras cotidianas
en las valentías más osadas
en los pecados redimidos
y en los desamores sin redimir
en las faldas de las canciones
y en las minifaldas
de las prostitutas venganzas
que lleva en sus labios todavía
al rouge que enloquece
y la boca que despertó sus pasiones
en el recóndito lugar donde guarda
los besos
que le devolvieron sus amaneceres
en los ojos color cielo
que huyeron de su amor
porque se atreve al tango
a la balada
y a las lágrimas de blues
porque cree en la piel de gallina
en el respeto por sí
que no se compra que no se vende
que la lleva a andar erguida, vertical
y no arrastrando su alma
detrás de los que más pueden
porque intenta buscar
la dignidad de sus muertos
que lleva todavía en su alma
la música en su garganta
probando los aires de libertad
en su cuerpo
Morocha Urbana
de su boca te provoca
Porque insolente seduce misterios
Cuando le canta al aire
Por donde sus piernas caminan
Si te atreves a fijarte
Sus ojos
Paren la mirada
que desnuda anarquías
liberando las palabras
Que sangran las letras
Que emula a los poetas
Que saben cuando callan
Reverenciándolos a ellos
Que cuando hablan
Cantan glorias
Porque cree a muerte
En las cosas que se dicen
Y en las que se llevan
En el silencio
De la madrugada cuando duerme
En las que se firman
De puño y letra
En el si quiero
Que se dice con el compromiso
Sin emitir sonido
Del alma en la mano
Con toda la enseñanza
De la escuela de la vida
Envuelta en la adrenalina
de su chal que colecciona glicinas,
sahumerios y sonrisas
De visitante eterna de las cornisas
De pescarse in fragante en los abismos
A la vuelta de la esquina
Para estar finalmente
cara a cara
Frente a frente al destino
Habitué con asistencia perfecta
de todos los precipicios
Fiel a los horizontes
Pintados de arco iris
Envuelta en las endórfinas
Del peligroso reto
De ser genuinamente ella misma
Hechiza con su paso por donde anda
Y trata de ponerle el bálsamo
De su mejor sonrisa a sus heridas
Porque coquetea y le hace el amor
A los azares del destino y al desatino
Gritándole piedra libre
A las casualidades
haciendo paso a paso su camino
De su garganta parte el suspiro
De las quijotadas de los sueños
en las bravuras cotidianas
en las valentías más osadas
en los pecados redimidos
y en los desamores sin redimir
en las faldas de las canciones
y en las minifaldas
de las prostitutas venganzas
que lleva en sus labios todavía
al rouge que enloquece
y la boca que despertó sus pasiones
en el recóndito lugar donde guarda
los besos
que le devolvieron sus amaneceres
en los ojos color cielo
que huyeron de su amor
porque se atreve al tango
a la balada
y a las lágrimas de blues
porque cree en la piel de gallina
en el respeto por sí
que no se compra que no se vende
que la lleva a andar erguida, vertical
y no arrastrando su alma
detrás de los que más pueden
porque intenta buscar
la dignidad de sus muertos
que lleva todavía en su alma
la música en su garganta
probando los aires de libertad
en su cuerpo
Morocha Urbana
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