Hoy, ojala me entendieras
Hoy desperté destronando la biyutería
De las falsas apariencias
Del todo bien
Del maquillaje de la falsa alegría
De todos los días de la quieta tranquilidad
A costa de los funerales de los sueños
En tumbas robadas de los cementerios
Me desperté pensando
Si acaso no te han avisado
Lo que ya descubrí pisando los cuarenta
No hay pastillas que acallen el corazón
La parte salvaje
El instinto silvestre
El sabor a vida, el olor a muerte
Pues todo lo que habita
Es adentro lo que es afuera y es afuera
Lo que es adentro
Que tenemos encima a Dios y al infierno
Que no hay pastilla capaz de acallar
Las razones que ya ni el cerebro entiende
Y el corazón calla
Me desperté
Odiando lo que espero en vano
Me desperté
Odiando las distancias que siempre
Me separaron
Los olores distintos
Los que me avisaron
Como partieron los que se fueron de mi lado
Aquellos que pude haber amado
Los adioses tardíos pero eficaces
Como flechas que dan en el blanco
Hoy me desperté
Mirando las cicatrices que no cicatrizaron
El desvelo en las ojeras
Del día después
De lo que lo que en la noche pasó
Y avergonzó al amanecer
Que se lo guardó en algún bolsillo
Hoy pongo en el disco duro
Aquello que me corroe
Pero que no puedo roer
Hoy me desperté
Detestando las arrugas que empiezan a nacer
Las canas que insisten en aparecer
Los caracoles que se le han dado por enmudecer
Acallando cualquiera de mis por ques
De las falsas apariencias
Del todo bien
Del maquillaje de la falsa alegría
De todos los días de la quieta tranquilidad
A costa de los funerales de los sueños
En tumbas robadas de los cementerios
Me desperté pensando
Si acaso no te han avisado
Lo que ya descubrí pisando los cuarenta
No hay pastillas que acallen el corazón
La parte salvaje
El instinto silvestre
El sabor a vida, el olor a muerte
Pues todo lo que habita
Es adentro lo que es afuera y es afuera
Lo que es adentro
Que tenemos encima a Dios y al infierno
Que no hay pastilla capaz de acallar
Las razones que ya ni el cerebro entiende
Y el corazón calla
Me desperté
Odiando lo que espero en vano
Me desperté
Odiando las distancias que siempre
Me separaron
Los olores distintos
Los que me avisaron
Como partieron los que se fueron de mi lado
Aquellos que pude haber amado
Los adioses tardíos pero eficaces
Como flechas que dan en el blanco
Hoy me desperté
Mirando las cicatrices que no cicatrizaron
El desvelo en las ojeras
Del día después
De lo que lo que en la noche pasó
Y avergonzó al amanecer
Que se lo guardó en algún bolsillo
Hoy pongo en el disco duro
Aquello que me corroe
Pero que no puedo roer
Hoy me desperté
Detestando las arrugas que empiezan a nacer
Las canas que insisten en aparecer
Los caracoles que se le han dado por enmudecer
Acallando cualquiera de mis por ques
Morocha Urbana
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