Un vestido de misterios
Corro el inminente peligro
de volver a ser vulnerable
a mostrarle sin piedad
mi juego
descubrir hasta mi carta
guardada en la manga
sucumbir a quedarme desnuda
de misterios
pero en un ole, le huyo, disparo
a esconderme tras los pliegues
de las sombras
que me ocultan
tras el velo del traje oscuro
de la noche
para tener otra oportunidad de jugar
a veces solo la proximidad aclanza
son solo bocados de sueños
en realidades empecinadas
que se baten a duelo con el hastío
de un pobre corazón roto
astillado
pero en construcción
En búsqueda de los tres ya viejos tigres
de los cuentos
de insistir que dure el embrujo, el hechizo
después de las 12.00, hora en qué el día
su persiana cerró
Aunque pierda un zapato por tu corazón.
Te debo el beso en la mejilla
me fuí, sin despertarte, sin decir adios
Sin mostrarte mi juego
pero eso sí, te invito a volver a jugar
solo. Nosotras dos.
Morocha urbana
de volver a ser vulnerable
a mostrarle sin piedad
mi juego
descubrir hasta mi carta
guardada en la manga
sucumbir a quedarme desnuda
de misterios
pero en un ole, le huyo, disparo
a esconderme tras los pliegues
de las sombras
que me ocultan
tras el velo del traje oscuro
de la noche
para tener otra oportunidad de jugar
a veces solo la proximidad aclanza
son solo bocados de sueños
en realidades empecinadas
que se baten a duelo con el hastío
de un pobre corazón roto
astillado
pero en construcción
En búsqueda de los tres ya viejos tigres
de los cuentos
de insistir que dure el embrujo, el hechizo
después de las 12.00, hora en qué el día
su persiana cerró
Aunque pierda un zapato por tu corazón.
Te debo el beso en la mejilla
me fuí, sin despertarte, sin decir adios
Sin mostrarte mi juego
pero eso sí, te invito a volver a jugar
solo. Nosotras dos.
Morocha urbana
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Home